De entre todos los países de la OCDE, Chile obtuvo el peor desempeño en comprensión lectora, matemáticas y resolución de problemas: un 44% de los adultos de nuestro país carece de competencias básicas.
Esta semana, los medios no tardaron en reaccionar ante el alarmante informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reveló que el 44% de los adultos chilenos tiene competencias insuficientes en comprensión lectora, matemáticas y resolución de problemas. Este resultado ubica a Chile en el último lugar entre los 31 países evaluados. BioBioChile destacó el informe como “el peor resultado de la OCDE”, mientras que La Tercera enfatizó que Chile mostró un bajo desempeño tanto en comprensión de textos como en matemáticas y en resolución dinámica de problemas. Por su parte, el portal Emol subrayó la gravedad de la situación con el titular: “Los gráficos de la alarmante deficiencia educacional en Chile”, poniendo de relieve la posición de Chile en el último puesto del ranking.
¿Qué dice el informe?
La Encuesta de Competencias de Adultos 2023 de la OCDE revela que los adultos en Chile enfrentan importantes desafíos en alfabetización, numeración y resolución de problemas adaptativos. En promedio, los chilenos de 16 a 65 años obtuvieron 218 puntos en alfabetización y resolución de problemas, y 214 puntos en numeración, resultados por debajo del promedio de la OCDE

Cifras clave:
- El 53% de los adultos en Chile tiene un nivel bajo de alfabetización, comparado con el 26% de promedio OCDE.
- En numeración, el 56% está en niveles bajos (OCDE: 25%). Solo el 2% alcanza los niveles más altos en ambos dominios.
- La brecha generacional es significativa: los adultos mayores (55-65 años) tienen 57 puntos menos en alfabetización que los jóvenes (25-34 años).
El estudio muestra que 44% de los adultos chilenos se ubican en los niveles más bajos de alfabetización, matemática y cálculo, frente al 18% promedio de la OCDE. La relación entre competencias y empleabilidad también es marcada: un incremento en la competencia numérica se asocia con 15% más de salario en Chile.
En términos de evolución, no se observaron avances significativos desde la primera participación de Chile en 2014-2015, destacándose la brecha entre generaciones: los adultos mayores (55-65 años) muestran niveles de habilidades mucho más bajos que los jóvenes (25-34 años), con una diferencia de hasta 57 puntos en alfabetización. Además, persisten importantes diferencias según el nivel educativo: los adultos con educación terciaria superan en promedio por 39 puntos a quienes tienen educación secundaria superior. También existen brechas relacionadas con el género (hombres superan a mujeres en numeración) y el origen migrante.
Estas habilidades tienen impactos significativos en la vida económica y social. Por ejemplo, un aumento en una desviación estándar en numeración está asociado con un incremento salarial del 15%. Sin embargo, Chile enfrenta un problema de desajuste entre habilidades y ocupaciones, donde un 19% de los trabajadores está sobrecalificado y un 13% subcalificado, lo que afecta tanto la productividad como el bienestar personal. Este análisis subraya la necesidad de políticas efectivas para mejorar las competencias de los adultos y cerrar estas brechas.

¿Es algo inesperado?
No, para nada. No sólo porque la misma OCDE había realizado mediciones similares hace una década, sino porque los informes de la Encuesta Casen ratifican periódicamente esa información, tal como lo advertimos en 2018 en la columna: “Lectura, alfabetización y desarrollo: los atajos no existen”, en el que señalábamos que Chile ha alcanzado niveles históricos de escolarización y acceso a la lectura, pero arrastra un problema estructural de analfabetismo y escolaridad incompleta. Pese a que el 97% de la población es considerada alfabetizada, según la definición de la Unesco, existe un 3% (aproximadamente 500 mil personas) que son analfabetas. Además, aunque Chile es el país más alfabetizado de la región y ocupa el puesto 37 a nivel mundial (según la Central Connecticut State University), otras estadísticas revelan desafíos preocupantes.
Las encuestas Casen muestra que sobre el 7% de la población mayor de 15 años (alrededor de un millón de personas) no ha completado 4° básico. Esto implica un déficit significativo en competencias básicas de lectura y escritura, esenciales para el mundo moderno. Asimismo, 2,7 millones de personas (20% de la población) no tienen educación básica completa, y más de cinco millones (un tercio de los chilenos) no han terminado la educación secundaria. Esto podría significar que, aproximadamente el 50% de la fuerza laboral chilena ni siquiera tiene 4to medio.
El problema se agrava en zonas rurales y regiones desfavorecidas. Siete regiones presentan más del 40% de población con escolaridad incompleta: O’Higgins, Maule, Biobío, Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén. Algunas comunas, como Camarones, Camiña, Pumanque y Quemchi, tienen cifras alarmantes, donde más del 70% de sus habitantes carecen de escolarización completa. En contraste, comunas ricas como Vitacura (8%), Las Condes (7%) y Providencia (4%) presentan los niveles más bajos de abandono escolar.
Desde mediados del siglo XX, Chile ha intentado combatir el analfabetismo con políticas educativas, pero la escolarización obligatoria aún no ha logrado sus metas. Desde 1965, es obligatorio completar la educación básica (8° año), y desde 2003, la educación secundaria (4° medio). Aun así, millones siguen sin alcanzar estos niveles mínimos.
Para enfrentar esta realidad, el Ministerio de Educación impulsa el programa “Contigo Aprendo”, centrado en alfabetizar y certificar educación básica. No obstante, las cifras muestran que el desafío trasciende la educación formal. La alfabetización debe convertirse en una Política de Estado integrada en todos los ámbitos: educación, economía, salud y trabajo
La alfabetización: clave para el futuro de Chile
Mejorar las competencias básicas de los adultos chilenos es fundamental para:
- Reducir la pobreza y desigualdad.
- Fortalecer la democracia y la participación ciudadana.
- Mejorar la productividad laboral y los ingresos económicos.
La alfabetización debe ser una Política de Estado con un enfoque integrado en educación, economía, salud y trabajo. Soluciones rápidas no existen: se requiere un plan estratégico a mediano y largo plazo con el compromiso del Estado, sociedad civil y sector privado.
“Leer y comprender textos no solo abre las puertas a mejores empleos, también permite defender derechos y participar activamente en la sociedad.”
Se necesita actuar ya
El informe de la OCDE no es una sorpresa, sino un llamado urgente a implementar políticas que cierren las brechas en alfabetización y competencias básicas. La situación afecta la productividad, el desarrollo económico y la calidad de vida de millones de chilenos. El analfabetismo estructural es un problema que no puede esperar más tiempo.
Invertir en alfabetización significa invertir en el futuro de Chile